La importancia del mantenimiento de las carreteras no se limita únicamente a la mejora en la circulación de los vehículos, sino que afecta a otros muchos aspectos como la reducción en el riesgo de accidentes, el consumo de combustible o las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las carreteras se van deteriorando con el paso del tiempo y por su uso, por lo que es necesaria someterlas a un mantenimiento para garantizar su óptima conservación.
Ahora en la época estival se vuelve especialmente importante debido a la gran cantidad de desplazamientos que se producen.
El mantenimiento de las carreteras, una cuestión de seguridad
Un pavimento en mal estado constituye un gran peligro para los conductores, un reciente estudio de la Asociación Española de la Carretera (AEC), señalaba que hasta un 94% de los accidentes de tráfico producidos por culpa de la vía son debidos a mal estado de la misma.
El deterioro del asfalto disminuye la adherencia de los vehículos, lo que implica un aumento de la distancia de frenado, los baches o la mala señalización también provocan muchas incidencias, ya no sólo accidentes, sino que pueden dañar nuestro coche afectando a los neumáticos o al sistema de suspensión.
El medio ambiente también se ve afectado
El medio ambiente también se ve afectado por un mal mantenimiento de las carreteras debido a su impacto en el consumo de combustible, que aumenta con lo que ello conlleva. Además aumenta el ruido ambiental por la fricción generada entre el asfalto y los neumáticos.
Lo más preocupante son las emisiones de gases de efecto invernadero, la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (Asefma) defiende la necesidad acuciante de adaptar nuestras carreteras y hacerlas “sostenibles y amigables con el medio ambiente, innovadoras, inteligentes y seguras“.
Desde el Ministerio de Fomento se trabaja para lograr una mayor eficiencia energética y la disminución de emisiones de gases contaminantes, pero no es suficiente.
La inversión en carreteras es necesaria
Es necesario realizar una inversión en el mantenimiento y conservación de nuestras carreteras para corregir sus deficiencias, no sólo en cuestión de asfaltado, sino solventar la mala iluminación de muchas vías, la mejora de las señales, de la pintura vial…
No realizar un mantenimiento adecuado de las carreteras supone que seguirán deteriorándose hasta que la única solución sea la reconstrucción total, lo cual resultará mucho más costoso.
Debemos pensar que el dinero destinado al mantenimiento de las vías es una inversión de futuro, ya que invirtiendo en la conservación de las carreteras se invierte en la mejora de la movilidad, pero también en seguridad y en compromiso con el medio ambiente.