España lidera la implantación de la fibra óptica en Europa, con más de 8 millones de hogares conectados a las redes de nueva generación. Dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo Japón y Corea del Sur están por encima.
La fibra óptica representa más de la mitad del mercado de banda ancha fija en nuestro país, muy por encima de otras tecnologías como el ADSL. Y es que la migración hacia la fibra óptica en España es la mayor del continente, muy por encima de Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.
La Comunidad de Madrid fue la primera región española donde se implantó la fibra óptica, en el año 2005, de la mano de la empresa Telefónica. No superaba los 50 mbps y se probó por primera vez en el barrio de La Latina en la capital, y en la localida de Pozuelo de Alarcón. Después de estas primeras pruebas, hubo que esperar otros tres años para que la fibra óptica empezara a comercializarse definitivamente en nuestro país. El resto de Europa ya estaba muy avanzada en la implantación de esta tecnología, y parecía que España se quedaría rezagada, pero el mercado ha evolucionado de forma espectacular en poco más de una década.
El mercado de la fibra óptica
Desde esas primeras prubeas en el año 2005, la fibra óptica ha recorrido un camino exitoso en España. A día de hoy, representa ya el 55% del mercado de banda ancha fija en España, mientras que el tradicional ADSL se ha quedado muy atrás en esta evolución, con poco más de 4 millones de conexiones.
Entre las compañías suministradoras de esta tecnología destaca Telefónica, que tiene actualmente una cobertura de cerca de 4 millons de clientes en el mercado de FTTH. Le sigue Orange, con 2,7 millones y Más Móvil, que supera la cifra de medio millón de conexiones. Estas tres compañías son las grandes protagonistas del mercado de la fibra óptica en España, acaparando el 80% de los clientes (7 millones de hogares).